Heather Nova presenta en este 2011 su octavo álbum de estudio, doceavo de su carrera. Estamos hablando de la cantante pop más famosas de las Islas Bermudas. Nacida en Bermudas en 1967, viajó durante su infancia en un velero junto a sus padres tocando todos los puertos del Caribe. De madre canadiense y padre bermudiano, la cantante, que posee la nacionalidad británica, ha vivido en Vermont, Nueva York y después en Londres, para residir actualmente en sus queridas islas Bermudas.
Tras los éxitos de discos como Oyster en 1994, Siren de 1998, South en 2001, Storm en 2003 y The Jasmine Flower aparecido en 2008 Heather Nova se había tomado tres años sabáticos para disfrutar e inspirarse en Bermudas. El resultado es un disco que continúa la senda de pop metálico y cristalino que la caracteriza. «300 Days at Sea» (2011), un álbum más alegre, que destila las esencias de Heather Nova, melodías sencillas pero muy trabajadas y, un dominio de la voz calmada pero que de repente se aguza con pequeñas notas chirriantes, característica de la cantante.
Heather Nova nacida, como decimos en 1967, sin embargo, parece tocada por la fuente de la eterna juventud. Ya rondando los 45, su aspecto juvenil, casi adolescente y el entorno bermudiano que muestran las fotos de su disco juegan y modelan esa imagen jovén y dulce. Ese espíritu juvenil, sereno e independiente brilla sobre todo.
La cantante de Bermudas se parece a una generación de cantantes femeninas que se alejan del discurso contracultural o la rabia noise de las riot girlrs. Heather Nova no se parece a la genial P.J.Harvey, mucho más cruda y contestataria. En cambio, hay similitudes con buena parte de las cantantes escandinavas, la sueca Anna Ternheim, la noruega Ane Brun, y todas ellas retoman una generación de cantantes norteamericanas que han desarrollado un pop de gran claridad, suave y ligero aunque lleno de sonoridades y letras profundas.
Heather Nova no tiene la fuerza vocal de Joan Osborne, ni la voz rota de Lucinda Williams, ni las guitarras de Aimee Mann o la profundidad de Natalie Merchant. A pesar de ello, las notas de Heather Nova se despliegan como gotas cayendo en una tormenta sobre las azules aguas de las Bermudas, carente de la violencia y la ira y, al mismo tiempo, un resumen de todo ello, de esa tradición Norteamérica que bebe del Country, del blues y del rock para recrearse y encantar nuestros oídos.
A Heather Nova se le puede achacar esas dulzura, amarga a veces, pero dulce. Se le puede criticar por regocijarse en ese paraíso fiscal y natural, en ese idilio que el Atlántico tiene con las Bermudas. Y, por tanto, sería injusto criticar una vía como la suya, hedonista y libre, que puede que venga de la experiencia de sus padres, que lo abandonaron todo para recorrer el mundo en un barco, su propia patria. El hecho de haber nacido en las Bermudas, un territorio que pertenece sin hacerlo realmente a Gran Bretaña, puede hacernos comprender la decisión de Heather Nova, vivir la vida lo mejor posible aprovechando cada día, cada rayo de luz que ilumina y crea el paraíso bermudiano, disfrutando del rumor del ciclón que oscurece el cielo en la lejanía. Es cierto que esa oscuridad que tiñe los turquesas de violetas es un ciclón que arrasa las Antillas y la costa de los EE.UU.
The wind, the rain, the storm will wash us clean again
The wind, the rain, the storm will make us think again
The wind, the rain, the storm will shake us up again
The wind
And maybe we can start again
Storm’s out on the water,
Sea and sky become one
Are you coming home?
Extracto de la canción Storm de 2005
Es posible que en este momento de la historia la música debiese combatir la injusticia. Y a pesar de todo, no se puede reprobar el camino sensato de Heather Nova, un camino alejado del star system, de las grandes multinacionales, que paradójicamente, tienen sus sedes a dos pasos de la casa de la artista, en plenas Islas Bermudas.
Disfruten de la música y que las palabras, las que sean, que al menos les hagan reflexionar, para buscar un mundo mejor.